Si bien la incineración es una tecnología con trayectoria en Europa, esta tiene problemas de base dado que la quema medios sólidos (como los residuos) frente a un medio gaseoso (la llama en la incineración) genera gases de combustión contaminantes y tóxicos. Los procesos de gasificación y pirolisis por su parte elevan la temperatura de los residuos hasta generar exclusivamente gases tales como Hidrógeno (H2) y Metano (CH4), los que son incinerados en una cámara aparte, asegurando una combustión completa y eficiente, sin emisiones de gases nocivos.